Zarpé rumbo al enigmático continente un 15 de abril de 1964, justo unos días antes que el Ejército Español me convocara para alistarme con carácter obligatorio ... quién me iba a decir, que 45 años más tarde me arrancaría con este Blog y una vida cargada de anécdotas y experiencias a la espalda!

El corazón dividido ... español en tierras del oeste de Africa, si existe otra vida, repetiré!


Liberia (West Africa)

martes, 13 de abril de 2010

Asesinato de Michel Doe


El desafortunado encuentro de Michel Doe, con el lider rebelde de INPFL Prince Johnson

Michel Doe, 55 años, liberiano de procedencia “Americo Liberian / Congo”, ex alto rango de policía y durante mi estancia en Liberia, jefe de seguridad del Holding para el que yo trabajaba y persona de máxima confianza de su Presidente, razón por la cual le dejé en custodia las llaves de los once vehículos ligeros, cuando tuve que salir precipitadamente del país por la cercanía de los rebeldes a la capital, Monrovia.

En 1990, Charles Taylor, dirigente de NPFL (National Patriotic Front of Liberia), trabajaba en la estrategia de cómo y cuando perpetraría el asalto final a la capital Monrovia; planificó iniciar el ataque por dos frentes, sus tropas se separaron en Kakata: Taylor y sus huestes seguirían la carretera principal hasta el cruce de Firestone – Robertsfield – Monrovia, punto en el que dividiría sus tropas; unos tomarían la plantación de Firestone en Harbel, el aeropuerto de Robertsfield y la base del ejercito de AFL (Arm Forces of Liberia) en Scheffeling, mientras que otros seguirían por la carretera general vía Careysburg, en donde tenían proyectado hacerse con la estación de policía y la emisora de radio americana VOA (Voice of America); ambos grupos se encontrarían en el cruce de Paynesville para entrar juntos en la urbe por Congo Town (Sur de la Capital). Otro grupo encabezado por su lugarteniente Prince Johnson (uno de los 150 rebeldes que junto con Taylor entraron por Nimba en Noviembre del 1989), entraría en Monrovia por el Norte; Prince tomó el camino de Bong Mine Company, viajó a lo largo de la vía del tren minero, de camino a Monrovia arrasó el selecto pueblo de Bentol, uno de los principales asentamientos de los “Americo Liberians”, lugar de residencia de los diferentes presidentes y ministros del país para finalmente entrar en la capital por el suburbio de Cadwelld – Free Port.

Prince Johnson, al experimentar la fácil y victoriosa entrada en Monrovia por Cadwell, decidió poner en práctica las claras desavenencias que durante la corta invasión habían surgido entre Taylor y Él; creó su propio grupo rebelde, INPFL (Independent National Patriotic Front of Liberia), y se autoproclamó el nuevo “Señor de la Guerra”. Desafortunadamente este personaje no era conocido ni de mi jefe ni de Michel Doe pero aparentemente Prince si los conocía a ellos y sabía la responsabilidad y relación que Michel tenía con mi jefe; citado jefe rebelde estaba seguro que no sólo quedaba al cargo, sino que también le habíamos dejado al cuidado del dinero, posiblemente en ambos casos los asesinos pensaron que custodiaba mucho más cuantía que la que realmente existía.

¿POR QUÉ PRINCE ASESINO A MICHEL DOE?

Primera mala fortuna de Michel Doe: las huestes rebeldes de Taylor (NPFL) iniciaron el ataque a Monrovia por el Sur, grupo en donde Michel tenía muchos conocidos entre los “peces gordos” que acompañaban al líder rebelde, lo cual era la carta de garantía en la que había barajado al decidir quedarse en el Hotel a la espera del inminente ataque a la ciudad; pero surgió un problema inesperado para Él, fue Prince Johnson el que primero llegó vía Cadwell, atravesando el Sant Paul Bridge y se hizo con el control de Virginia y el OAU Compaund (lugar donde se encuentra ubicado el Hotel África) para su mala suerte.

Segunda mala fortuna de Michel Doe: debido a mi precipitada marcha (último responsable blanco del Holding en salir del país) y de su propia decisión de quedarse al cargo del complejo Hotelero, su posible vacía caja fuerte y todos los vehículos de la empresa forestal … sin saberlo, había firmado su propia sentencia de muerte.

Tercera mala fortuna de Michel Doe: habida cuenta de la debilidad de algunos altos cargos (europeos) del Hotel África, por la belleza de las mulatas–liberianas, Annie Broderick (ex Miss Liberia) fue empleada con el puesto de Jefe Administrativo en el Hotel; como era bien sabido entre el personal, desde el principio de su contratación existió una pugna por el poder entre ambos liberianos pues Annie reclamaba que en la ausencia del Presidente de la compañía, ella era la candidata más directa, mientras que Michel solamente era un contratado para la seguridad; lo que posiblemente ignoraba ella era que tanto mi jefe, el Director del Hotel y yo teníamos mucha más confianza en Michel. En vista de no poder avanzar en el poder, Annie (aprovechándose de su físico, ya que tampoco conocía a Prince Johnson) se acercó hasta Cadwell para reportar ante el líder rebelde este problema, al tiempo que llevaba con ella otro as en la manga … información sobre Michel, el Hotel, sus empleados, la caja fuerte, los vehículos … etc. El “Señor de la Guerra” en un golpe de suerte y sin buscarlo, se encontró ante la beldad de Annie; seguramente no sólo se ofreció como amante y confidente, sino que aprovechó para saldar la vieja cuenta que existía entre Michel y ella, ofreciéndole los secretos en el recinto del hotel y sus empleados, así como los del resto de las empresas, incluida la empresa maderera para la que yo prestaba mis servicios.

Buena parte de los rebeldes de Prince Johnson se instalaron en el Hotel África y sus aledaños, y como es de comprender, junto con Annie, tenían bien informado a su líder de “quien era quien”.

Sin pensarlo dos veces ordenó detener a Michel y que lo llevasen ante Él:

Prince: “...Michel, tráeme todo el dinero que (Gus) te ha dejado...”
Michel: “...Prince, no tengo ningún dinero...”
Prince: “...Oh, dame la llave de la caja fuerte...” . Michel sin titubear le entrego la llave. (Lo llevaron a la oficina ante la caja fuerte del Hotel...).
Prince: “...Ábrela...”, abrió y comprobaron que en ella no había nada de importancia...
Prince: “...!Oh...! Miss Broderick me ha dicho, que antes de marchar, tu Jefe y William dejaron todo el dinero contigo, tu eres el único que conoce la combinación de la caja, y aquí no hay dinero..., ¡...claro cuando vistes que veníamos lo sacaste y te lo llevaste...! ¡...bring the money yahh..., or I will kill you Yahh...!”
Michael: “...I do not have any money, neither the cheaf left money with me...!
Prince: “…Me quieres decir que unos pocos miles de dólares liberianos (1 USD = 80 LID), es todo el dinero que tenéis en el Hotel, ¿Como pagáis al personal? ¡Michel, don`t lie to me or I will kill you!.
Michael: “… para pagar a los empleados recibimos crédito de los Libaneses el Presidente les paga cuando retorne...”.
Prince: “...!Look, Michel, I don`t like it! Why you lie to me Yahh?. Let`s go, let me kill you...!” .A empujones lo subieron hasta la cuarta planta, habitación 417 que da a la piscina.., lo sacan al balcón y le obligan a que se arrime contra el balaustre...
Prince: “ ¡...Michel I ask you the last time, bring the money...!
Michael: (…a sabiendas de lo que le venia encima…, titubeando dijo) “… Prince no tengo dinero...” (fueron sus últimas palabras)

El h... de p... asesino Gio (Prince) saca su pistola, le apunta a la cabeza y le pega dos tiros, la osamenta y el cerebro de la víctima salen esparcidos por detrás del balcón, mientras que el cuerpo de Michel a consecuencia de los impactos se catapulta contra el balaustre cayendo al vació. No satisfecho con el asesinato de Michel, mandó ejecutar a supervisores y empleados del Hotel por corrupción; varios de los cuerpos fueron arrojados a la cercana piscina del Hotel que tiene la forma del mapa de África y con un bar dentro de la propia piscina, sus aguas teñidas de rojo fueron en parte testigo de tan cruentas masacres.

ACLARACIÓN: Los hermanos “Congos”; Michel Doe - Gabriel Doe (este último: “carismático maderero”, que en 1980 supuestamente ayudó a escapar del país a la hoy Presidenta de la nación Ellen Johnson – Sirleaf, cuando iba a ser detenida por el auto nominado presidente Samuel K. Doe), ambos hermanos aunque se apellidaban igual que el presidente S. K. Doe, no les unía ningún vinculo familiar.

Es probable que la muerte de Michel Doe, presuntamente fuese planeada en algún rato de intimidad en Caldwell o ante la euforia de un momento sexual en el propio Hotel África; bien por codicia o por venganza, lo que sí se sabe es que poco tiempo después, Annie Broderick fue rescatada de entre las manos de los esbirros de Prince, por un grupo de soldados nigerianos (ECOMOG), metida en un barco y evacuada a Lagos (Nigeria). ¿Temía por Prince? o ¿Temía la posible venganza por parte de alguno de los muchos seguidores de Michel Doe?

Lo siento amigo Michael, me hago cargo por los momentos que tuviste que pasar, visto lo visto, es muy probable que de haberme pillado en Monrovia, hubiésemos sido dos los que habrían sido catapultados por la balaustrada de la habitación 417… .Donde quiera Dios que estés te sigo recordando, entre tanto … descansa en Paz.

martes, 23 de marzo de 2010

Adiós amigo ...


Adiós amigo ….

Hoy 14 Feb, 2005 me he enterado que mi buen amigo, Juan Vicente Pros, ha muerto en una solitaria carretera de bosque en el norte de Ghana, en un sin sentido accidente de coche y lejos de su compañera e hijos … ¡ lo siento amigo!.

Lejos nos queda a ambos cuando estuviste cazando en nuestra concesión forestal de MIM Tappita, con qué orgullo nos mostrabas (a


Mamen y a mi) el antílope que habías abatido, tras una larga espera y caminata, de las paellas y los marmitacos cocinados en vuestra terraza sobre el Sant Paul River, junto a tu hermano Raimond, Manuel Cuenca, Marisa Blanco, mi esposa Mamen … etc y de las catarbadas de “Draft Club Beer” que tomábamos en el “Anchore” (Fishing Club.) cada vez que nos reencontrábamos … qué recuerdos!

Tu desgraciada muerte ha sido el motivo de que haya meditado mucho la situación de tu fatal accidente, y me lleve a deambular en la hipótesis sobre una situación similar; “...ambos nos hemos pasado toda una vida en este Continente Africano...”, período durante el que en reiteradas ocasiones, y sin necesidad alguna, hemos estado permanentemente expuestos a un trágico final, como el tuyo … lo cual me lleva a la siguiente reflexión: “Soy consciente que debido a mi trabajo en la selva africana con … posible desorientación entre la frondosa vegetación, conducción diaria por carreteras muy estrechas (logging roads) y con mucho trafico pesado, mi presencia durante la tala de grandes árboles, frecuentes viajes en avioneta atravesando la selva incluso en época de lluvias, exponerme a todo tipo de animales (desde felinos a ofidios y arácnidos venenosos), enfermedades de todo tipo (malaria, tifus, fiebre laser, amebas … etc) teniendo la desgracia y el riesgo de tener los próximos hospitales a largas distancias; por añadidura, los pasajes bélicos que el propio país ha generado y por los cuales he tenido que pasar como el golpe de Estado de 1980, las numerosas guerras civiles durante catorce años, tener que enfrentarme a los complicados puestos de control que forzosamente había que atravesar y en consecuencia tener que lidiar con las diferentes facciones armadas de rebeldes … etc. Quizás, todas estas razones han sido el motivo que durante todos estos años y posiblemente sin yo mismo percatarme, halla tenido que estar bastante familiarizado con la muerte, pero lo que sí es seguro, es que muchas de estas situaciones me han llevado a verdaderos escenarios puntuales de acojone ...” …

¡Ahora bien! Hoy en día no es el temor a la muerte lo que más me preocupa, seguramente debido a la edad, ni han sido otras razones que a lo largo de estas notas se puedan percibir. Si no a la idea de que algo le pudiese suceder a mi familia durante mi ausencia del hogar, “...eso ha sido lo que verdaderamente me ha aterrado siempre ...”, personalmente lo consideraría una ingratitud, hacia los que, y por los que, he luchado durante los años de mi vida en África … “Mi familia”.

Juan Vicente, siempre recordaré tu desgarbado aspecto, tu constante cigarro en la comisura de tu boca, tu socarrona actitud hacia todo y todos, las largas parrafadas que manteníamos (casi con idénticos criterios …) sobre NPFL (Taylor), ULIMO – K (Kromah), ULIMO-J (Jhonson) y las escaramuzas y atrocidades que sus rebeldes llevaban a cabo, permaneciendo siempre nuestra compartida y mutua amistad.

Hoy, casi acabando el mes de marzo de 2010 … la casualidad de la vida me ha llevado a extraer este apunte de tu recordatorio, para que los pueda leer un antiguo compañero tuyo de aula “Ramón Caba”… un honor poder compartirlo ! Descansa en paz hermano!

En foto: Izd con gafas - Juan Vicente Pros (Noviembre 2005) última vez que estuvimos juntos con unos amigos en comun

miércoles, 10 de marzo de 2010

La Villa Núm. 3


Era el año 2002 cuando Mamen y yo pasamos unos días fabulosos en la Villa Núm. 3. Cada mañana dábamos nuestro habitual paseo por “nuestra playa” … Mamen incluso caminaba a diario entre 18 y 20 veces, ida y vuelta, la playa Tropicana. El reloj se detenía en aquel, nuestro hogar … una sucesión de buenos recuerdos me vienen a la memoria.

La Villa Núm. 3 se encuentra ubicada en el Compaund de la OAU (la ONU Africana), entre el Océano y la desembocadura del río Saint Paul de aproximadamente 300 metros de anchura, estrechándose en el otro margen del río unos 60 metros. Es una de las 52 Villas que el Gobierno de Liberia construyó junto con el Hotel África (de 361 habitaciones) para acomodar a los Presidentes africanos durante la celebración de la OAU en Julio de 1979 y un año más tarde, el dueño de nuestra empresa gestiona todo el complejo.

Recuerdo especialmente un día tranquilo, comimos en la terraza disfrutando de una vista espectacular y luego tomamos el sol … en la misma orilla del jardín un viejo almendro crecía inclinado sobre las tranquilas y oscuras aguas del Saint Paul, teñidas por el tanino de las hojas, mientras observábamos como de cuando en vez una de las semillas secas caía sobre las apacibles aguas de la ensenada, luego … el peculiar ruido del chapoteo seguido de pequeñas olas que desde el punto de impacto se iban ampliando cada vez más, nos hacia tener nuestra mirada fija expectante a que la siguiente semilla cayese. A veces, extraño aquel sosiego.

Nuestra vivienda tenia acceso directo a la privada y solitaria playa de fina arena amarilla “Tropicana” que tenía la forma de una gran “C”, con una leve pendiente de arena hacia la concha poco profunda en esta zona del río; nuestra terraza también se comunicaba con el antiguo restaurante y su gran “palaver hut” (una especie de pérgola) que ocupaba el centro de la playa, hoy en día en uso solamente para fiestas privadas y para poner las hamacas en Domingos y días de Fiestas para acomodar a empleados y amigos; este complejo situado en el centro de la playa estaba rodeado de cañas de bambú, cocoteros y “almond trees” que demarcaban la ensenada del río con el Océano abierto, cuyo oleaje aportaba al entorno de una basta arena.

Desde nuestra pequeña atalaya de la terraza, veíamos con claridad el correr de la fuerte corriente en la parte más estrecha del rió. Observamos como nuestro amigo pescador (Bono) paleaba su pequeño cayuco desde el poblado en la otra orilla del estuario del río Saint Paul, remaba con habilidad superando la corriente hasta llegar a la ensenada de la playa Tropicana. Cada atardecer venía a levantar su maltrecha red de pesca matutina y entre tanto, puesto en pie en la frágil embarcación, con gran maestría y equilibrio, lanzaba al rió la red previamente recogida en las manos, una red redonda y que en el exterior del circulo lleva engarzados pequeños plomos; con un peculiar balanceo se lanza al aire, al caer traza una circunferencia perfecta sobre la superficie del agua, al hundirse se va cerrando atrapando todo pez que la fortuna del momento le concede; el pescador la levanta lentamente, al tiempo que la va limpiando de algas o basura, desengancha los posibles peces lanzándolos al fondo de la embarcación y con gran cuidado la vuelve a recoger en sus manos para ser lanzada una y otra vez.

También recuerdo un llamativo lagarto de cabeza azul–naranja, con cuerpo azulado y larga cola con final anaranjado, levantaba y bajaba su atrayente cabeza, intentando atraer a una de las hembras; entre acción y acción corría velozmente hasta el enorme ceibo espinoso que crecía en la parcela del jardín.

También recuerdo como las palomas daban pasadas de árbol en árbol con el silbante ruido de sus alas, huyendo de un veloz halcón que merodeaba por el lugar … y unos pequeños cangrejos blancos/amarillentos corrían lateralmente veloces de un escondite a otro cada vez que algo les asustaba.

Esa misma tarde de aquel sosegado día y sin movernos de nuestra terraza, Mamen le compró la pesca del día, un buen “mero” (black grepa) y una “red grepa”, ambos … recién pescados. Ahora lo recuerdo con nostalgia, realmente hemos sido muy afortunados … Africa te brinda la sencillez de los momentos, cuando descubres que la felicidad está más cerca de lo que pensamos … sin movernos de nuestra terraza!

viernes, 5 de marzo de 2010

La Serpiente de la fertilidad ...

Poco se sabe todavía de la historia y la cultura del continente Africano … por lo que no es difícil adivinar que las supersticiones y creencias de los Africanos alcanza límites insospechados, hasta el punto que resulta casi imposible comprender ni imaginar lo que hechiceros y hechiceras practican en los poblados y tribus del interior.

Los brujos y curanderos cuentan con conocimientos efectivos: algunos realmente saben cómo colocar huesos dislocados o hacer que una rotura se solidifique, aunque ésta sea a veces debido al natural crecimiento del callo óseo; son conocedores de hierbas, semillas, cortezas, barros … etc, que alivian e incluso curan enfermedades leves; mis respetos a aquellos que medican exitosamente las picaduras de serpie
ntes venenosas pero a los que se dedican a la brujería … a esos los temo porque matan; el muerto no se entera y la familia no puede hablar por miedo. Normalmente estos brujos son los que controlan las sectas más importantes.

Existe un lugar entre Grand Gedeh y Cape Palmas a donde acuden o son enviadas mujeres jóvenes y otras entradas en años que por alguna circunstancia no tienen o no pueden tener hijos: normalmente recurren a este “elemento” aquellas que han sido compradas, el marido ha pagado su “Dalin” (vacas, ovejas, tierras, dinero … etc) y no tienen familia, el padre de la esposa vendida de no tener familia tendrá que retornar lo cobrado, más intereses, así que las envían a este brujo a la desesperada; los motivos para las “mayores” son bien distintos, seguramente estériles toda la vida o una temprana menopausia.

En algún caso el diagnóstico del Brujo dice, “... la mujer no puede tener hijos porque el marido ha hecho un mal uso del acto sexual, razón por la cual el padre no tiene que devolver nada de lo cobrado ...”, es más, probablemente tengan que pagar más al padre (qué pillos son, el veredicto depende del escalafón en la secta del padre de la criatura o del marido ,y en la cantidad de dinero que negocien por el mismo con el “brujo de la fertilidad”). El caso es obvio pero la gente sigue picando, casi como en España con el timo “de la estampita”.

El proceso como en todas las cuestiones de estos “comedores" (brujos y hechiceros) es lento y llevado con mucha inteligencia. El “factor tiempo” es primordial, visitas frecuentes y cortas para así ir enterándose de los problemas que pueda tener dicha clienta; cuantos más casos saquen adelante mejor, para ello dispone de la ayuda de su esposa o de la “hechicera de turno”, la cual por experiencia, puede determinar algunos de los casos de inmediato.

La terapia engañosa de saber si va o no a engendrar un hijo, consiste en introducir una serpiente (no venenosa) dentro de la cavidad vaginal de la mujer. Se llevará a cabo en la cabaña del brujo a solas con la víctima y a la luz de una vela o lumbre, la tumbará en una mesa, desnuda, obligando a la serpiente a meterse dentro de la zona vaginal (hay serpientes de la familia de la Pitón, con un tamaño de unos 40/50 cm que vive prácticamente su vida bajo tierra durante el día, me figuro yo que tendrá que ser algo así), una vez que la cabeza penetra, el resto es empujado, así una y otra vez hasta que el Brujo determina el veredicto, dependiendo del tiempo que esta tarde en salir (factores como el olor, aire, cavidad … serán decisivos): el brujo valorará las causas y razones, el tiempo que estima para su fecundación, si necesita volver a por otra sesión. Caso que la serpiente rehúse entrar, calificará a esa mujer como estéril, el número de consultas que precisará para una evaluación final o concluirá que el marido "la ha estropeado." También es posible que el Brujo haga las veces de serpiente forzando el coito con la paciente, para así abrir el camino … estando cubierto y seguro de que todos los resquicios son cerrados, con la idea de obtener resultados, dinero fácil y violación consentida.

Resulta sobrecogedor con qué seguridad y creencia hablan de este y de otros incidentes increíbles para nosotros. Lo cierto es que hay infinidad de gente nativa que lo cree firmemente. El Brujo no necesita nada más que un caso positivo para que todo el mundo crea en el “fetiche de la serpiente”.

lunes, 15 de febrero de 2010

El culto al muerto ...

El liberiano como todo africano es muy supersticioso, razón por la cual se aferran a cualquier existencia, tanto espiritual, religiosa o sectaria, con tal de mitigar su miedo e incertidumbre de lo que pueda encontrar acá y en el más allá ... simultáneamente practica y cree en varios mundos paralelos:

- El religioso, para que a su muerte se pueda congratular con Dios para poder ir al cielo.

- El respeto y culto a sus muertos, los cuales creen que siguen vivos e incluso que participan en su vida cotidiana.

- El sectario de tribu, dentro del cual adora e idolatra a seres vivos de su entorno especialmente animales, “mamíferos y salvajes”, creyendo firmemente que se puede transformar en el animal que su secta tribal le obliga ser miembro, garantizándoles así prosperidad y seguridad.


Para ellos, el ir con la Biblia en la mano a su oficio Dominical,o el ponerse la indumentaria masónica o tribal para celebrar sus rituales, lo ven natural … saben que el próximo Domingo en la omilia habitual pedirán perdón a Dios por los actos cometidos durante la semana. Por tradición, el negro africano tiene la creencia que todos los seres dotados de vida poseen un espíritu, el cual al morir vaga libremente y que según al comportamiento de los seres en vida, sus espíritus pueden actuar de una manera positiva o negativa. Para poder dominar el miedo a los espíritus de los difuntos, familiares y amigos recurren al culto, que incluyen rituales, sacrificios, ceremonias de magia tanto para fines benéficos (magia blanca) o maléficos (magia negra). En Liberia como en todo África, a los muertos se les debe veneración y respeto, y los ritos funerarios son muy diversos dependiendo de la etnia y creencias de los clanes. En los poblados del interior de Liberia, donde yo he estado, no disponen de un cementerio común, tanto los entierran en el bosque como los dan sepultura en los lindes del poblado o bien los inhuman alrededor de su vivienda. Pero en Lofa (Guissis) hay costumbre de enterrarlos dentro de la casa o bajo el techo de sus porches, es habitual cuando viajas por las carreteras de Lofa, al paso por los poblados, ver a gente sentada o tumbada encima de las tumbas. Una de las causas de enterrarlos cerca, es para que las fieras (de dos patas ...) no los desentierren para otros menesteres y otra, para que el espíritu del muerto no deambule libremente por lugares desconocidos y su alma quede en el seno de la familia; de esta manera, los familiares piensan que el muerto sigue compartiendo el día a día con ellos, les protege, asesora e inclusive castiga. ¡Creo que voy a pedir a mi familia que me entierren en el Alto de las Veneras ... mi casa!

Si el difunto fue miembro de alguna secta, dependiendo del grado, sus colegas de secta lo enterrarán en un lugar secreto, llegando incluso a ocultar la ubicación a sus familiares más directos.

Casi todos los fallecimientos en Liberia -no Mandingos- tienen una cosa en común, sus funerales son motivo de grandes celebraciones tanto festivas como religiosas. En función de la posición social, política, económica y sectaria del difunto, es lo que tardan en enterrarle: es costumbre mantener el cuerpo sin enterrar hasta que los familiares, amigos, hermanos de tribu o secta lleguen desde sus respectivas zonas de residencia, desde cualquier punto de Africa e inclusive Estados Unidos. Según lo que estimen que tarden en llegar, proceso que puede durar entre siete y treinta días, es el tiempo que la mortuoria aplicará en “formol” al difunto para que aguante sin descomponerse.

Mientras llegan los notificados, el muerto es paseado de poblado en poblado del clan, en los cuales ofrendan a los porteadores del “fiambre” con un gran fiesta, copiosas comidas, abundantes bebidas alcohólicas (en especial “cane juice” orujo extraído de la caña de azúcar, con aprox. 80° de alcohol), con bailes y danzas tribales. Entre acto y acto aprovechan para dedicarse a la búsqueda de pareja, para la práctica del sexo fortuito y prohibido (acostarse con la esposa o el marido de alguien, en cúpulas ilícitas es el objetivo principal).

Cuando todo el mundo ha llegado, comienza el verdadero funeral. Para los africanos en toda esta clase de oficios les es de suma importancia la escenificación teatral del dolor “... desde la distancia se escuchan las lamentaciones de las mujeres, el llanto y el berreo sin parar de las plañideras contratadas, mientras que otro grupo se dan golpes de pecho, rasgan sus vestiduras, con aparente desconsuelo, durante el larguísimo funeral, tanto en la casa, en la calle, en la procesión o durante la ceremonia religiosa". Toda la comitiva va detrás del vehículo que lleva al muerto (en funeraria oficial, en Pick-Up, en camión o a hombros).

Tras el féretro las mujeres pertenecientes a los diferentes grupos religiosos, lloran, cantan y danzan al son de una desafinada banda que toca música criolla con tambores, especial para este acto. y sudorosas de tanto movimiento incontrolado llegan a un punto de éxtasis del cual no llegas a entender si es de pena, de alegría o si es que están ebrias. Van ataviadas con vestimenta de riguroso blanco las pertenecientes a la secta femenina, mientras que las congregantes a los diferentes grupos religiosos van uniformadas, con amplios vestidos de los más diversos colores que les distingue de las diferentes órdenes religiosas a que pertenecen: morados, azules, verdes, amarillos ... etc.

Los hombres de riguroso traje negro y sombrero, o con un traje tradicional africano con bonete bordado. Cuando ves estas comitivas, entierros o desfiles de sectas, no acabas de entender muy bien lo que está sucediendo a tu alrededor, ni entender que es lo que la gente se trae entre manos. ni tienes la seguridad de que sea el país y el lugar que te han dicho que es ... te llegas a preguntar ¿será real ... o estarán rodando una película ...?

Al final del funeral, durante y después del gran banquete fúnebre, todos los miembros de la familia, clan, amigos y visitantes, beben y bailan desenfrenadamente hasta quedar extenuados, entre tanto el jefe de ceremonia hace que dispararen reiteradamente las escopetas de un solo cañón con posta, la intención es, llamar la atención y ahuyentar los malos espíritus al mismo tiempo.

domingo, 24 de enero de 2010

Old Man Charlie ...


... recuerdo tus visitas con nostalgia! Foto tomada en el poblado de Old Man Charlie, Yaniquelé, Bong County, Totota (Liberia). Año 1965.

Mi habitación, un sencillo mobiliario hecho en la carpintería de la capital, Monrovia. Sobre la mesita una lámpara de keroseno, cuya mecha encendía levantando cuidadosamente el cristal mientras reflectaba una tenue luz oscilante y amarillenta que simulaba el calor de hogar, al tiempo que proyectaba sombras fantasmagóricas en las paredes y el techo; alguna noche se quedaba encendida y caso que se consumiera el combustible, el pabilo se achicharraba al tiempo que desprendía infinidad de pavesas negras que terminaban por depositarse en toda la estancia e incluso en el interior de los resecados orificios nasales ... a la mañana siguiente había que deshollinar ambos respiraderos (cuántas veces he creído que los africanos no tienen unas aberturas tan grandes por nada … imagino que han de estar continuamente con el dedo dentro) ... jooooder, mi dedo salía negro!

Mi dormitorio disponía de una gran ventana de dos hojas con mosquitera y contraventanas de celosía, que daba a la carretera de acceso al bosque, a unos 85 cms del suelo de la calle. Aunque permanecía cerrada durante el día, cuando regresaba al anochecer a mi alcoba, encontraba una película de polvo por todas partes, incluso hasta en la ropa de la cama; de la misma manera que cuando teníamos lluvia racheada con viento, el agua llegaba hasta la mitad del cuarto, humedeciendo el polvo depositado en el cobertor del catre. Así se sucedían las noches, junto a la leve brisa que refrescaba el cálido recinto y aportaba una extreña mezcla de aromas entre vegetación, keroseno quemado y polvo.

Tumbado encima de la colcha visualizaba la estampa intentando dar forma a esas sombras, tratando de quedarme dormido lo antes posible pues la noche pasaría deprisa y al acecho estaba el entorpecimiento del sueño … el “watchman” (mi guardián, mi vigilante, mi sereno, mi vigía …) golpeaba la yanta de un camión colgada de la rama de un árbol con una barra de hierro, continuaba despierto … y ya de madrugada, se encargaban de despertarme el viejo “Charlie” y los ruidos provenientes de la selva que tampoco se retrasaban.

El día empezaba a cobrar vida con los cantos de los pájaros y el rutinario arrullo que las palomas salvajes emitían desde su aseladero en las cercanas copas de los árboles, eran mi reloj natural, que se ocupaban de mi diario despertar al alba. Un poco más tarde con el crepúsculo matutino avanzado, percibiría a lo lejos el sonido de unos pasos cansinos al ser arrastrados contra el suelo, denotaban que no había prisa ... le acompañaba el propio susurro de una monótona e ininteligible canción tribal ... eran los perezosos pasos del “Old Man Charlie” (Viejo Charlie) que iba camino de su finca, ubicada en los aledaños del aserradero. Como de costumbre, abría las contraventanas y allí estaba la figura de Charlie, difuminada por la claridad del amanecer a sus espaldas, se me hacía difícil visualizar su cara nada más abrir la ventana, pero a medida que se acercaba más y mis ojos se hacían a la media claridad, aparecía frente a mí y enmarcada en el recuadro de la ventana, la fotografía habitual ... con su escopeta de un solo tiro, carente de punto de mira, con percutor que había que recargar a cada disparo efectuado y un pequeño zurrón, ambos colgados al hombro; un machete nativo cuya ancha hoja había quedado reducida a la mitad de tanto afilarla, con forma de hoz en su punta de corte (tengo uno igual), cruzado por detrás de su cuello y aguantado con ambas manos.

Todas las mañanas aparecía mordisqueando la punta de un trozo de raíz de color amarillo-anaranjado hasta dejar el extremo como una especie de brocha, la cual hacía las veces de efectivo cepillo de dientes y a medida de que las fibras de la minúscula brocha se desprendían, la mascaba un poquito más hacia delante y según me contó Charlie, la mezcla acumulada en la boca de savia del palo y del flujo salivar les producía efectos afrodisíacos.

Al hacerse su presencia más nítida, en su envejecida cara se remarcaban aun más las profundas arrugas de su rostro, los típicos rasgos africanos: pómulos muy pronunciados con los ojos muy hundidos, una mirada marrón y penetrante pero apagada, claramente se notaba que el brillo de juventud había desaparecido de ellos, nariz grande sin puente nasal, aplastada y de enormes orificios, labios negros y gruesos, razón por la cual el labio inferior fofo y flácido tenía tendencia a caérsele dejando a la vista la falta de algunas piezas dentales, y de los pocos que le quedaban no parecían estar muy sanos que digamos; entre diente y diente los tenía tintados de color marrón-negruzco, debido al constante mascar del tabaco en polvo “sniff tobaco”, el cual se lo ponen debajo del labio inferior y lo van consumiéndo a base de ensalivarlo y pasárselo entre los dientes ... y de cuando en vez volvía la cabeza para lanzar un nauseabundo chorro de saliva negro, otras mostraba tanto su boca como la comisura y sus diente frontales gastados de tanto frotar unos contra otros y los puntiagudos caninos, manchados de rojo anaranjado por mascar nueces de Kola, que según Él, el extraído caldo salivar también les era excitante; cubría su cara una despoblada barba blanquecina y entre ella alguna que otra fibra sonrosada proveniente del inseparable cepillo de dientes; tanto el pelo del bigote, como el de la barbilla, labios, comisuras de su boca y dentadura tenían el mismo color que de lo que en ese momento mascaba.

Enérgico cuello corto, marcados tendones y gruesas venas azuladas, recubiertos de una piel negra, cuarteada y arrugada … definitivamente aparentaba ser un viejo africano, aunque posiblemente no tuviese más de 65 años.

De sus brazos colgados del machete se dejaban entrever su flacidez y los pliegues en los codos, brazos que de buen seguro en su día fueron musculosos y fuertes, con una camiseta rota y agujereada, además de unos pantalones caquis cortos (por darles un color ...) que también en su día podían haber pasado como de “safari” … hoy también rotos, descoloridos y los bolsillos traseros colgando, por debajo de ellos se divisaban unas piernas fuertes, curvadas y lo mismo que en sus brazos, su piel estaba cuarteada, seca y alrededor de sus rodillas talmente parecían dos acordeones plegados; a través de sus sandalias de tirantes fabricadas con llanta y cámara de coche, se asomaban las enormes peinetas de sus uñas negruzcas, como también eran visibles las pronunciadas grietas de sus empeines y talones... “un verdadero personaje el Old Man Charlie” como todo el mundo le conocía.

Era como un ritual. Casi todas las mañanas lo mismo, intencionadamente hacía ruido hasta que abriese las contraventanas de celosías y manteníamos la misma conversación día tras día. El bueno de Charlie expectoraba con las palabras, así que tenía que mantener cierta distancia para evitar la salpicadura de su saliva:

Charlie – Baunheh Miste Güillam (Buenos días Mr. William)
Yo – Baunheh Oldman Charlie (Buenos días Viejo Charlie)
Charlie - Viah leh (Qué cuentas?)
Yo – Bah …! Viah lee famm? (Nada …! Vas a la finca?)
Charlie - Oueh, Miste Güillam ñah lee gurinah … (Sí, Mr Willian yo voy al bosque…)
Yo - OK old man, eruiyeoh! (Está bien Viejo Charlie, adios!)
Charlie – Oueh … (Sí, de acuerdo …)

Era la hora de levantarse! Una luz dorada bañaba las copas de los árboles y la pared de mi habitación poniendo en relieve la tosca superficie del encalado.

Sí, allá en la distancia venía el viejo Charlie con su peculiar andar cansino, al mismo tiempo que por mi mente, resonaba su repetido y delicado cántico en forma de susurro ... “Ujunnn...,unahhh, junnahh” ... adiós amigo! Todas las tardes, cuando regresaba de la finca, no había día que no se hiciese notar, levantando el brazo en forma de despedida. Si yo estaba en casa u ocupado en el aserradero, su inconfundible y peculiar silueta que se dibujaba a través de la temprana oscuridad del atardecer, no se movería hasta que su presencia se hiciese notar … Good night Charlie … ( … eruilleoo…), antes de continuar camino hasta su chabola en el cercano poblado. Así durante muchísimo tiempo hasta que un buen día dejó de pasar. Me enteré por los empleados que el viejo Charlie había muerto lejos de su poblado y desde el primer día de su muerte añoré su presencia ... e inclusive en un par de ocasiones como solía hacer cuando se demoraba en pasar, inconscientemente iba hasta la ventana del comedor para asegurarme que no se me despistaba. Al percatarme de su ausencia … me quedaba un rato en el ventanal … creo que alguna vez le volví a ver!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sueño o Malaria ...


... lo cierto es que sólo es cuestión de tiempo, pero lo que sí es seguro es que la dureza de África se revelará contra uno en forma y modo de Malaria: comenzará después de haber tenido la mala suerte de que una “mosquita” a consecuencia de haber chupado sangre de otro ser humano portador de este parásito, lo transmita con un picotazo y provoque el contagio inmediato.



Entre las varias crisis de paludismo que he sufrido, la más grave fue la que me sorprendió en MIM Timber, Tappita, Nimba (Liberia) ... de no haber sido por el paciente cuidado de mi queridísima esposa Mamen, quizás, hubiese “cascado ”.



Todo comienza con un cansancio general, somnolencia y bostezos irresistibles, síntomas que atribuyes a algún esfuerzo; los párpados se vuelven pesados, dolores musculares y en articulaciones, te invade un malestar absoluto; los ojos adquieren un color y brillo singular, la fiebre es muy alta con continuos escalofríos y sudoración fría, la respiración se agita durante el período febril, causando fuertes dolores de cabeza y estómago, constantes nauseas y vómitos los cuales no provocan alivio alguno. Pálido, débil, con el pijama empapado y el pelo apelmazado por el sudor, pero más que el dolor o el cansancio, lo que verdaderamente me mortificaba era la angustia por la impotencia que se apoderaba de mí. Te resistes a pensar que estás enfermo pero poco a poco te sientes abatido “… desde ese momento el miedo no te abandona …” .


Incubas altas fiebres que superan los 40ºC y que luego padecerás durante un tiempo en intervalos, dependiendo del ciclo de ataque; se apodera de tí una incontrolada “tiritona” ... un frió tremendo, los dientes castañean, sólo deseas taparte para intentar mitigar el mortífero frío que te estremece, con señas pides que te echen más ropa encima, como inútil prevención contra los violentos temblores, sin conseguir que disminuya la pérdida de temperatura ya que esta no proviene de fuera, sino que surge de tu interior "... yo sentía como un frió cadavérico tomaba el poder de mi cuerpo ..." medio inconsciente te arrebujas entre las mantas, reposas inmóvil delirando en un agitado duermevela ... y durante este estado y en algún que otro flash de lucidez pensé “… de seguir así por mucho tiempo, no se si lo podré aguantar...”. Tumbado casi inconsciente, envuelto en sudor y sacudido por rítmicas oleadas de convulsiones, yaces postrado en tu cama, “... la fiebre no se va ...”, la cabeza te da vueltas, la respiración se acelera, experimentas la sensación de que en cualquier momento la cabeza y el corazón van a explotar, el dolor se pasa a los riñones y a la columna vertebral, malamente consigues mantener el cuello erguido, te molesta la claridad e inclusive las voces de los que te cuidan ... no puedes ponerte en pie. ¡No puedes más ...!.


El sudor te corre por la cara y el cuello, el cuerpo está empapado de humedad, la sensación de entumecimiento de tus acuosas y arrugadas manos te revelan la enfermedad de la que eres preso; las ropas y sábanas también empapadas potencian el frío al enfriarse ... una especie de neblina envuelve tus pensamientos, entras en un inexplicable mundo de “sueños”, más bien que sueños, son delirios en despierto, y que por más que te esfuerzas no los puedes coordinar ni desecharlos de tu mente, en definitiva son un aluvión de imágenes inconexas “... alguien me perseguía y mis movimientos eran tremendamente lentos, así que continuamente estaba a merced del perseguidor, caía por simas y abismos indescriptibles ...”, por más que intentas no puedes escapar de semejante pesadilla ... que me conducía a un estado de permanente agobio, pavor y sufrimiento; quieres dormir más y más pero no puedes, estás sumergido en un estado de agotamiento y de impotencia total, estoy seguro de que si se pudiese controlar el pensamiento te daría pánico tu propia vivencia. Durante cuatro o cinco días las altas fiebres me mantuvieron alejado de la noción del tiempo y espacio. En definitiva, eres una piltrafa humana. Lo tremendamente gratificante y que me llenaba de tranquilidad y seguridad cada vez que retornaba de mis incontroladas ausencias ... (cortos sueños) y recobraba algo la conciencia, era ver que a la cabecera de la cama, estaba ella, Mamen, vigilante por mi estado y sentada ora en una silla ora en el borde de la cama, expectante día y noche de mi evolución, dándome puntualmente mis dosis de quinina y abrigándome cuando mis miembros inquietos tiraban las coberturas al suelo. Posiblemente muy preocupada durante días y lo más probable sin haber podido conciliar el sueño durante horas ... ¡gracias mi vida, de no haberte tenido al lado ...!.


Cuando por fin consigues mirarte al espejo, tu rostro está demacrado y sin ningún rasgo de viveza, te ves mayor; no obstante, quieres autoconvencerte de que “yo” no seré parte de esos 2,7 millones de infectados que mueren por causa de esta maquiavélica enfermedad. Llegado a este punto sabía que el ataque de malaria pasaría en cuanto hubiera cursado su proceso. La recuperación es lenta, pasan muchos días antes de regresar a tu estado habitual. Tienes que tener un cuidado especial: de no hacer ejercicios bruscos mientras estés convaleciente para no recaer por segunda vez, estas recaídas suelen estar ligadas a malaria cerebral... ¡...todo esto por una puta mosquita ...!



He aquí, del porqué tengo tanto odio a los mosquitos ¡Si algo me hace saltar de mi lecho, es el zumbido de un mosquito en mi habitación ...! Un recuerdo a todos esos amigos que no la superaron ... a todos ellos un abrazo dondequiera que estén ...