Zarpé rumbo al enigmático continente un 15 de abril de 1964, justo unos días antes que el Ejército Español me convocara para alistarme con carácter obligatorio ... quién me iba a decir, que 45 años más tarde me arrancaría con este Blog y una vida cargada de anécdotas y experiencias a la espalda!

El corazón dividido ... español en tierras del oeste de Africa, si existe otra vida, repetiré!


Liberia (West Africa)

jueves, 29 de octubre de 2009

Calor de hogar en la selva ...


En el centro del poblado y durante todos los días del año suele haber encendida permanentemente una fogata, avivada asiduamente por los ancianos que ya cumplieron con las obligaciones laborables del clan.
Hoguera en donde las mujeres prenden sus pequeñas antorchas, con las que llevar el fuego a sus cocinas y a sus fincas cercanas, así viaja el fuego de poblado en poblado. No hay más luz que la de las diminutas lumbres, la de los candiles puestos encima de los reducidos tenderetes con productos básicos, minetras las mujeres “comerciantes” esperan pacientemente hacer las últimas ventas del día, y la de las lámparas colocadas en los afeitares de las ventanas, que con poca mecha emiten un débil resplandor, y de donde los miembros de cada familia cojerá la suya para el uso nocturno. Desde la distancia se observa como las llamas de las piras, quinqués y bombillas se interrumpen y desaparecen fugazmente cuando sombras humanas cruzan ante ellas, en su deambular por la aldea. Es por las noches donde las familias se reunen alrededor de la siempre encendida llama, para cocinar, calentarse, para combatir la tremenda humedad proveniente de la vegetación y para ahuyentar a los pegajosos mosquitos.

Así transcurrían muchas noches en la soledad de la selva ... fotografía de máscara africana (traída de Internet)